La eliminación de Boca de manera muy temprana en la Copa Sudamericana puso en duda la continuidad de Diego Martínez al mando del primer equipo. El entrenador no cuenta con el apoyo unánime de Juan Román Riquelme ni del consejo del fútbol, de hecho existen diferencias incluso desde antes del encuentro que se llevó a cabo anoche en Brasil.
El tema refuerzos fue el primer punto de quiebre, dado que Martínez apenas pidió a un solo futbolista de los seis que arribaron en este mercado de pases. Los demás fueron seleccionados y traidos por aquellos dirigentes que se encargan de la materia fútbol en el club.
Sin dudas, algo que enfureció mucho al cuerpo técnico fue lo que sucedió con la demora del envío de la lista modificada en la Sudamericana, previo a la serie frente a Independiente del Valle.
Por último, otro detalle para nada menor es Marcos Rojo. Desde hace tiempo que el entrenador considera que no merece tener la titularidad asegurada. Sin embargo, desde la dirigencia piensan otra cosa y se lo han hecho saber.
Así las cosas, la relación está bastante desgastada y su continuidad en este momento prende de un hilo, dado que por ahora Boca no está consiguiendo los resultados esperados y seguramente, en caso de continuar por este camino, en los próximos días es posible que Juan Román Riquelme tome una decisión al respecto.