El superclásico dejó varias secuelas, y no solamente el entrenador, Diego Martínez, es el apuntado como el responsable de la dura derrota sufrida el sábado frente a River por 1 a 0. La gente y sobre todo la dirigencia del club entiende que los líderes no estuvieron a la altura de vestir la camiseta azul y amarilla en un partido clave ante el rival de toda la vida.
Marcos Rojo es uno de los futbolistas que dejó una muy mala impresión en el encuentro disputado en la Bombonera. Es cierto que hasta este momento era uno de los mimados por el consejo del fútbol y por el Presidente, Juan Román Riquelme. A tal punto de ser considerado como titular por Martínez, aun sin estar convencido de ponerlo de arranque. Sin embargo, las cosas parecen haber cambiado y ahora no sería un protegido por los dirigentes, dado que no gustó la actitud que tuvo en el verde césped.
Por otro lado está el caso Sergio Romero, quien terminó siendo el protagonista principal de una escena que todo el mundo Boca hubiese preferido que no ocurriera. Sin dudas, la pelea con varios socios de la institución pusieron en jaque al arquero, que recibiría una sanción de parte de la comisión directiva por su comportamiento inapropiado.