Rubén Botta recibió en diciembre el llamado de un integrante del consejo de fútbol de Boca para conocer sus pretensiones y para ver si tenía ganas de afrontar el desafío de jugar en uno de los equipos más grandes de Argentina. El jugador de Colón dijo que sí, pero finalmente el interés se enfrió y nunca más avanzaron por él.
El que sí puso primera y enseguida terminó cerrando todo fue Talleres. El conjunto cordobés ofreció dinero más la cesión de Ignacio Lago y Bruno Juncos. La propuesta convenció a la dirigencia del sabalero, que estaba en aprietos porque el jugador había manifestado su intención de marcharse del club, y en las próximas horas se terminará cerrando la operación.
Otro que también estuvo muy interesado y casi a punto de abrochar al ex futbolista de San Lorenzo fue Tigre. De hecho, el entrenador del matador, Pipo Gorosito, hace unos días atrás dijo que había llamado a Botta para tentarlo de regresar al cuadro de Victoria: «Tengo buena relación con Rubén y estoy tratando de convencerlo para que venga a jugar con nosotros», comentó en una entrevista en DSports Radio. Finalmente no pudo ser y, en caso de no haber ningún inconveniente, el delantero de 33 años vestirá la camiseta de la T.